MAGO

Mago, un día me dijiste que yo era tu poesía.

Que mis alas se dibujan en el maravilloso escenario del amor,

Donde un día conocieron a un duende enamorado de mis vuelos.

¿No será que estás celoso, mago mío?

-¡Por favor, devuélveme el canto y la danza de mis vuelos por el mundo,

Pues de otro modo, moriría!.

martes, 28 de diciembre de 2010

El poeta y la bailarina




Voz de El

El rocio de tu piel
se hace porcelana
y necesito
tener un rato esa fragancia de fuego que me quema.
Ya se…que los caminos estan lejos
pero tambien esta lejos una estrella
y puedo arrancarla para vos.

X

Voz de Ella

Tu construyes con tus manos y tu sabia mirada,
mil estrellas de exquisita porcelana,
encontrando esos caminos lejanos,
para alcanzar con tu mano la estrella de tu corazón.

XI

Voz de El

El fuego de tus ojos,
la cascada de tu pelo,
el rio de rubí que nace de tus labios
la voz armoniosa en íntima sonata
que vuela de tu boca
y se hace de miel y rocío,
en las locas y noctambulas fantasías
del duende que dibuja princesas y castillos entre sábanas,
que imaginan arco iris y montañas,
de truenos y tormentas…
Desnuda está tu ala,
princesa de deseos,
desnuda está en la noche,
tu ala entre mis sueños.

XII

Voz de Ella

Mi ala se quedó desnuda
para descansar en tu noche azulada,
entre mis sábanas y tus blancos sueños de poeta apasionado.
El fuego de mis ojos,
se desvanece lentamente,
con tu apacible fantasía,
desnuda mi alma,
mi ala quedó en completa armonía,
sintiendo los deseos,
en tu noche azulada.

XIII

Voz de El

Cuando tu piel en mi piel
se acarician en las noches,
con los ojos bien cerrados
y la luna por testigo.
Cuando tus labios le hablan
de perfume a mis labios.
Cuando tus piernas de baile
giran entorno de un sueño
la luz de alguna estrella
ilumina mi deseo.
A tu lado está el amor,
solo tienes que elevarte,
abrir las alas de cisne
y volar hasta mi noche.

XIV

Voz de Ella

Vuelo hasta tu sueño,
hasta tu noche perfumada de estrellas,
acercando mi piel en tu fantasía loca de una luna hipnotizada.
El encanto de tus labios, tu sonrisa complaciente,
y mi deseo de volar hasta tu mente.
Tu encanto de elevarme, abrirme las alas como una amapola
se hará loca fantasia entre tules y fragancias.

XV

Voz de El

Baila romántica estrella de mi cielo azul
baila en tu ronda infinita,
que sueña de piernas
que giran como cristales que bajan del sol.
Baila a mi lado,
no escuches la música
que viene del mar,
escucha la loca romanza
que cantan los duendes,
que hacen collares
de mil caracoles
y visten tu espalda desnuda
de porcelana y miel.
Si eres amor, guíñame un ojo,
la copa de vino tinto, te espera.

XVI

Voz de Ella

Bailo para tí romántica danza enamorada de tu cielo infinito,
una ronda mágica entre gnomos y duendes enamorados,
de estrellas de miel y rocío de primaveras.
Alegres collares de mil caracoles, adornan mi espalda,
enaltecen tu espíritu de bravio guerrero de la luz.
Guiñándome un ojo,
sonriendo detrás del frágil cristal,
que envuelve tu eterno sabor a uvas dulces,
bebidas por tu boca angelical.

XVII

Voz de El

El mar golpea de frio el invierno
y cada espacio del bosque
se puebla de algún duende divagante.
Camino al rocío y la soledad de la playa
y en la creta de alguna ola
navegante milenaria de los tiempos.
está tu cuerpo de mimbre bailando.
Está tu boca rozando el vino del amor
mientras los caracoles se besan
entre la arena y las cosas ocultas del mar.
Tú navegas en mis sueños en Puerto Piratas,
mientras por la ventana que mira al océano,
tu cuerpo parece venir hacia mi.
El amor es tan increíble
y muchas veces
tan etéreo como las piernas
enlazadas debajo de las olas del mar.

XVIII

Voz de Ella

Tú eres el mar que golpea mis ocultos secretos divagantes.
Tú eres ese duende que se hace entrever para regalarme el invierno.
Entre el frio de tus pupilas, mi cuerpo se desata y brinca por la arena,
abrazando caracolas y la boca embebida de este amor.
Tu sueño está enredado con mi cabellera de porcelana,
navegante furtivo, curioso soñador de piernas blancas y enlazadas
por debajo de una ola de espumas,
Tu océano, tu luna y tus almas etéreas,
buscan las paredes ocultas de mi soñar,
para poder algun dia atravesar.

XIX

Voz de El

Somos dos gotas de agua que se unieron en el fondo del mar,
para hacer de una ola,
la gran danza del amor.


XX

Voz de Ella

Contigo conoci el amor eterno,
y lo digo asi,
asi lagrimeando.
Son penas oscuras,
delirios vanos y sueños divagantes,
envueltos en una flor.
Yo te conocí en un otoño
donde las hojas lloraban un amor,
enredado de madreselvas,
con aroma a tabaco,
con sudor a alcohol.
Y hoy te miro, con mis ojos tristes,
por haber perdido tanto tiempo sin verte.
Mis ojos se contentan
como toda mi alma
porque mi corazón grita por vos.

XXI

Voz de El

Dejaste en mi piel, el perfume de tu piel.
En mis ojos el rocio de tus ojos,
en mi boca el poema de tus labios,
en mis oídos la música de tu voz,
en el corazón,
tu mensaje de amor,
el más puro, el más maravilloso.

XXII
Voz de Ella

Recuerdo el miedo que he probado, que todo probaba, que todo terminaba.
Recuerdo la confianza, la puerta entreabierta.
Recuerdo las palabras, que no decias.
Recuerdo los sueños, que no compartías.
Recuerdo el sufrir de tu indiferencia.
Recuerdo tus ojos imposibles de verme.
Recuerdo la espera interminable de una caricia.
Recuerdo lo mismo de siempre.
Recuerdo que estabas, y que te ibas.
Recuerdo aún olvidándote.
Recuerdo también sin saberlo.
Recuerdo permanecer sin tus besos.
Solo recuerdo, eso recuerdo.

XXIII

Voz de El

Si los pétalos de una rosa
pudiesen decir cuanto te extraño
acariciarian tu cuerpo,
y en la fragancia de tu piel,
en el perfume de tus ojos
y la miel de tus labios,
y solo sentirías
el terciopelo de su rosa.
Si el viento te pudiese elevar
cuando extraño tus manos de porcelana
acariciando las mias,
sentirías el murmullo,
en una brisa de amor.
Solo se que te extraño,
solo se que deseo
tu voz y sueño con tu cuerpo
danza entre mis sueños.


Te vi parado en medio de la vereda, sentimental, blanco, tapados tus ojos, escondiendo tu ternura, tu locura,con una loca bufanda rayada azul.
Me llamabas con tu deseo,y llegaba tarde a tus mejillas,para besarlas, y quedarme en ellas durmiendo.
Me viste entre nubes de marfil y volé vestida de velos enrollando el caderín en mi cadera, atada fuertemente por tus manos, acariciando mi piel.
Trepé a tus sueños y desnudaste mi intimidad y dulzura,sin saber lo que quería, sin poder ver el cielo gris.
Escuchaste del viento de mi aliento, la palabra gloria,por pasillos oscuros, me llevaste hacia tu luz.
Mil y un mediodias con tu cuerpo y tu fuego fugaz,de navegante furtivo entre copas y ensueños rojos.
Es nuestro pacto, es nuestro espacio, y no espero nada, tu tampoco...solo el ir y venir de nuestras miradas.
No hay más valor que tú, rey de princesas, que bailo para ti, y te hago cosas anormales.
El tiempo no se equivoca,tu vida no será otra, mi vida, ya la verás pronto.
¿Te diste cuenta que no hacemos cosas normales?
Solo los soñadores infieles se equivocan y gozan de la danza del amor...




¡Oh Amado Jesús!


Tu amor de algún día
Alumbró mi camino
Sin querer te buscaba
En mil sueños divinos.

Mil amapolas crecían a tu paso,
Desafiando al invierno,
Con sus pétalos blancos.

Hallé la verdad,
Absoluta y rotunda,
En amaneceres y desiertos sin lucha.

Tu paz me brindaste
Y tu mano extendiste
En plena penumbra
Tu luz encendiste.

Deshojaste mis sueños
Y los transformaste
En dulces sentires
Y así me sanaste.

Tu amor ha llegado
Así a mi vida,
Eligiendo mi alma
Para darle un sentido.


Sardegna


Tierra desconsolada, añeja y maltratada,
Son tus esclavos aquellos que añoran poseerte sin labrarte.
Años arduos fueron los que sufrieron
Y se esfumaron por causa de un mal nacido.
¿Dónde fueron a desembarcar tus paisanos más queridos?
Vivos, muertos, embestidos por el enemigo.
Tierra santa, tierra mía,
Mediterránea y sofocante,
Bulliciosa y extravagante.
Se agotaron tus latidos
Con el grito de los cañones.
Y más aún con la soledad sin sabor a mar.
Sardegna, firme y poderosa,
Sigues siendo de todas la más cautivante, tierra lejana y soñada por todo emigrante.


La princesa de los pies con alas de cristal

Hace mucho tiempo, en un pueblo fantasma llamado Erto,vivía una princesa de los pies de piedra, que estaba buscando, a un mago con sombrero de hongos y sonrisa permanente; pues sabía que éste la salvaría de todos sus miedos y crueles criaturas de éste universo; que le devolvería la fe y la esperanza que había perdido, por haber sido herido su corazón.Sabía que el mago le curaría su corazón roto.
Había varios caminos para llegar a él, solo había que saber elegir cual era el correcto.
Estaba tan ansiosa por presentarse ante él, que su cuerpo le temblaba como una hoja en el viento.
Debía de hacer un itinerario prolijo y adecuado para no perderse en el intento, entonces decidió ir a hablar con la mariposa de las alas transparentes, quien mejor que ella, para aconsejarla.
Pero había un solo problema que le impedía realizar ésto por si sola. Tenia sus pies de piedra.
Desde el ventanal de su habitación, llamó impacientemente a la mariposa, que estaba posando sus alas etéreas en una frágil rosa roja como el cristal.
La mariposa al oir la voz dulce de la princesa se acercó a la ventana.

– ¿Tu eres la mariposa que voló tan alto y recorrió muchos lugares mágicos, llevada por sus ansias locas de vivir, y que reposó en la mano del mago del sombrero de hongos, que convirtió en transparente tus alas y hallaste la paz absoluta? - le preguntó la princesa
-Si- le contestó-.Solo en su mano tierna como terciopelo reposaré para siempre, porque solo en ella encontré la libertad. Solo con él puedo volar hacia lo infinito, inimaginable, soñar entre nubes y arco iris de miel.

-¿Qué sueño tienes que soñar ahora tu princesa? - la mariposa preguntó curiosa.

-¿Qué caminos tendré que recorrer para encontrarlo? –le preguntó la princesa.

La mariposa le indicó que había solo un sendero correcto que tenía que encontrar y la conduciria hacia él.

Tenia que subir una montaña de chocolate crocante, atravesar un lago espejado y encontraría la luna que se abre en Casso. Luego unas calles angostas la guiarian hacia unas viejas casas de un pueblo hecho de mil fantasias.
Alli sentiria el aroma de suaves rosas rojas, y un pájaro azul la llevaria sobre sus alas metalizadas, hasta la morada del mago del sombrero de hongos.
No debía olvidarse de llevar en su valija, muchos recuerdos, una cajita de miel y rocio, un sobrecito con letras y poesias, un aroma escondido de perfume, la sensación jamas olvidada del primer dia, un poema de amor, copos de felicidad para compartir, muchas ganas de vivir, bailar y soñar.

-¿Para qué tengo que llevar todo eso mariposa?, - le preguntó la princesa con cierto asombro.

-¡Ya lo sabrás, mi querida princesa!-. Solo déjate llevar, si todo lo que anhelas es volar!

Le recordó de no tomar los otros caminos, oscuros y espesos, donde los ríos rápidos la atraparían con su astucia y llegaria cansada a un pantanal, del cual no podría salir a flote jamás y las enredaderas la colgarian de sus fuertes brazos hasta lograr secarla con el barro.

Cuando terminó de darle todos los recaudos, la mariposa se alejó contorneando sus magníficas alas transparentes, volando más y más alto en busca de otras flores ocultas.
La princesa le agradeció y siguió sus instrucciones al pie de la letra mientras la mariposa emprendia el vuelo hasta desaparecer entre las copas de los árboles.
La princesa no tardó en decidirse y comenzó a preparar rápidamente el equipaje.
Ordenó a sus sirvientes que le prepararan el carruaje de unicornios dorados, adornados de rosas rojas y todas las provisiones necesarias para suplir en el viaje.

-¡Colocaré en mi baúl angelical todo lo que la mariposa me dijo que era muy importante y especial para el mago!.- comentó la princesa muy entusiasmada.
Ya estaba lista para emprender su viaje tan esperado.

-¡Andando!- ordenó a los unicornios y éstos comenzaron a correr más fuerte que la tempestad.

La princesa no dejaba de asombrarse y emocionarse con todos los paisajes de montañas, lagos, flores y animales que se reverenciaban ante sus ojos oceánicos.

Al llegar a un camino oscuro, los unicornios realentaron su marcha y la princesa se dio cuenta que era uno de los que conducia a los rios rápidos, y ordenó a los dorados que retrocedieran lo antes posible.
En el intento de escaparse, unas enredaderas verdes y musgosas lograron treparse tan rápidamente que atrapó a dos de los unicornios.
Uno de ellos, en la desesperacion, no consiguió desatarse y se dio por vencido, mientras que el otro se esforzo tanto que pudo cortarlos con su cuerno de marfil y lograron salvarse.
Llegaron al pueblo hecho de mil fantasias y alli estaba esperándola el pájaro azul, lustrando sus alas metalizadas.
Este era el único que podia transportarla en vuelo hacia donde vivia el mago, ya que el carruaje no estaba preparado para tal odisea.
El pájaro era el único que sabia donde se ocultaba su dueño de fantasias.

-¡Agárrate fuerte de mi collar de rubies y disfruta el viaje!- le exclamaba el pájaro.

La princesa de pies de piedra nunca habáa experimentado semejante vuelo apasionado.
Su mirada resplandecia como dos soles y su sonrisa tan gigante como la luna.

-¡Estamos por llegar! -¡Mira!-¡ Alli se ve su casa!- le señalaba el pájaro.

Las copas de los árboles abrian paso ante ellos y susurraban silencios misteriosos, mientras que las nubes lagrimeaban gotas de rocio y miel sobre los pétalos de las rosas rojas en el jardin.

Sorprendido al ver lo que sucedia fuera de su casa, el mago del sombrero de hongos, salió al jardin y se encontró con la princesa de los pies de piedra.

-¿Qué le ha sucedido niña? ¿Quién le ha puesto esos pies tan pesados que no la dejan caminar?-le preguntó preocupado el mago.

El pájaro azul se posó en la mano del mago y se quedó quietecito con una gran sonrisa dibujada en su pico.

- Mis miedos y mi pérdida de fe y esperanza señor! - le contestó ella.

El mago loco se puso a tejer con caracoles amarillos y perlas de rocio un collar de felicidad. Una tras otra, perla por perla, caracol por caracol, para la princesa de corazón de miel; comenzó a fabricarle zapatitos de cristal para sus nuevos pies de alas transparentes. Mientras tejia su collar, soñaba con poder ver algún dia, a la princesa enamorada, volar y bailar con sus pies de terciopelo con alas.

-Ven conmigo! - le dijo el mago.

Tomados de la mano, entre nubes de rocio y dos gotas de miel, volaron por un breve tiempo, tan breve y tan maravilloso, como el momento mágico en el que se conocieron.
Ella se acurrucó en sus sueños blancos mientras él le susurraba al oido – ¡Yo estoy a tu lado bailarina etérea, recorriendo el viento, que baja de nubes, de alguna montaña; cuidando tus alas, volando a tu lado entre la fragancia de mis locas fantasias, de amarte en poesia, solamente en versos de loca armonia!.

Hizo que volara tan alto en su frágil envoltorio de princesa y sus pies sin ataduras, y asi poder llegar hacia donde ella deseara.

-¡No sabes el placer que siento y lo feliz que me has hecho querido mago!. –¡Aquí le traje un pequeño regalo de mi pueblo que se que le va a gustar!- ofreciéndole el cofre.

El mago le agradeció mientras aceptaba el cofre. No habria noche que no la soñara, bailando para él en su extraña soledad. Lo enloqueció el talento dibujado en su mirada como magia de algún hechizo de alas de mariposa, vigiladas por un duende y un pájaro azul extraviado, que cantan de su locura, un amor de primavera.
- Le pido solo un favor a cambio- le dijo él.- ¡Que de vez en cuando piense en mi y me mande una rosa roja de su jardin!

- Haré que el viento le traiga por los duendes y el canto de la montaña mis mensajes de ternura y agradecimiento hacia ti junto a una rosa roja, respetable mago- le contestó la princesa.

El mago le entregó una carta cerrada pidiéndole que no la abriera hasta llegar a su pueblo.

Ella lo besó en su morada mejilla y se elevó desapareciendo entre las nubes con sus nuevos pies con alas de cristal.

Al llegar a su pueblo y ya en su alcoba, la princesa, cansada por su aventura,pero colmada de felicidad y gozo, comenzó a leer la carta de su querido mago:

-Solo quienes tienen alas que le permitan sobrevolar las cosas y elevarse entre fragancias y perfumes, mezcladas con el rocío de la noche pueden hablar tan maravillosamente de un viejo soñador de amores y espacios hermosos, que solo quedan en su frágil memoria. Recordaré éste momento como un relicario de rapsodias envueltas en sus pies de terciopelo. Creo que desde hoy entró en mi vida una princesa envuelta en una magia increíble que solo fue superada cuando mis ojos la vieron dibujar esas fantasias entre el viento y las copas de los árboles. Espero volver a disfrutar de su majestuosa compañía.

Su mago del sombrero de hongos.

Al terminar de leer la carta la princesa de los pies con alas se quedó plácidamente dormida dibujada en su rostro una hermosa sonrisa.

FIN

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